Taburetes de piel Romina… Un asiento símbolo del mejor estilo industrial.
Entre la gran variedad de estilos que abarca el mundo de la decoración actual, algunos llevan ya años marcando tendencias en los espacios retail y contract. Son estéticas polivalentes, fáciles de abordar y, sobre todo, que destacan por su singularidad y su enorme talante.
El estilo industrial forma parte de esas estéticas imperecederas que sigue cautivando a todos los amantes del diseño y del interiorismo. ¿El secreto de su éxito? Quizás su inspiración urbana, su autenticidad y falta de pretensión o su enorme capacidad para combinar materiales y texturas…
Apasionado por los encantos del pasado, Francisco Segarra no dudó en incorporar piezas industriales a su catálogo desde la creación de su marca; convirtiéndole de esa manera en unos de los grandes promotores de dicha estética en el mercado del mobiliario profesional.
Imagina un espacio al desnudo… Techos descubiertos, paredes rotas, vigas de madera o ladrillos vistos. En este interior, la verdad cobra sentido. Sin complicaciones, todo fluye con naturaleza; sin pudor, todos los elementos lucen su estado más natural.
Piel y metal oxidado. Una unión atrevida, un acierto duradero.
Lejos de esconder el óxido de su estructura, el taburete industrial Romina le saca todo su valor con pinceladas blancas que crean un precioso contraste con la piel negra.
Alto y robusto, este asiento logrará acondicionar las mejores zonas de un local y se enorgullecerá de ser el símbolo del mejor estilo industrial.
El taburete Romina para interiorismo profesional ha sido concebido para que los espacios expresen su apariencia más real y para que los ambientes tengan más vida que nunca.