Taburete de piel y metal Romina, materiales predilectos del estilo industrial.
Una estética nacida en el Nueva York de los años 50, cuando nuevas alternativas de viviendas empezaron a aparecer como fruto de la necesidad de artistas jóvenes e intelectuales.
Taburetes, sillas, mesas, muebles evocan hoy en día la estética de aquellas viejas fábricas y galpones. Edificaciones que albergaron una nueva forma de vida, donde el metal, acero y hierro son materiales icónicos.
Un estilo decorativo, el industrial, tachado no hace tanto de difícil y frio que poco a poco ha conseguido afianzarse y se filtra entre algunos de los mejores proyectos de interiorismo en locales de ocio y hoteles actuales; donde lo imperfecto es bello y la disimilitud con el resto es una estrategia de consumo.
En este punto el mobiliario cobra vital importancia. Piezas como los taburetes de piel Romina cuya fabricación requiere de una parte artesanal. Un trabajo manual que otorga a la pieza esa apariencia que emula de forma fiel el paso del tiempo y la hacen única, inusual, diferente.