Revestimientos decorativos de belleza etérea.
Durante décadas las placas metálicas, hermosamente repujadas, fueron símbolo de distinción en las casas victorianas. Cuando el metal comenzó a tener un importante papel como elemento ornamental, estos revestimientos decorativos llenaban de encanto y elegancia los interiores de la época. El arte de la era victoriana marca, sin duda, un hito en la historia.
Caracterizadas por complicados dibujos con motivos vegetales, figuras simétricas características del Art decó o líneas fluidas representativas del Art Nouveau, la belleza etérea de estos revestimientos llega hasta nuestros días para ornamentar techos y paredes de los más inesperados emplazamientos.
El diseño, la originalidad, lo singular… en fin, lo especial se abre paso allí donde no hay nada establecido, donde la imaginación abre sus alas y nos sorprende tanto como esta bonita estructura de chapas metálicas y maderas recuperadas. Una hermosa composición para embellecer paredes, techos… o los más bellos sueños inspirados por una creatividad inédita, exclusiva y mágica.