El abrazo trenzado.
La primavera es una temporada de esplendor. Las escapadas al campo, los paseos por el río, el sosiego bajo la sombra de un árbol. Una estación para renacer en vitalidad y energía con ella. Luz, color, frescura, optimismo…
La mejor forma para acercarnos a la primavera con la decoración es apostar por los materiales naturales. La madera de mango cuenta con ese toque rústico que evoca de inmediato el aire silvestre de las praderas.
Su tono brioso, su riqueza en texturas… El encanto del mundo rural, ese abrazo envolvente tan importante en la decoración de un espacio.
Recrea sus ambientes y esos paisajes que durante esta estación se despliegan con mayor magnitud incorporando muebles con fibras naturales.
Una mesa de escritorio con frontal trenzado en ratán, un banco de yute, una lámpara de bambú… Deja que en tus espacios brille la estética de las casas de campo y la sensación de una época en la que todo florece.