Un exterior que culmina un espectacular diseño de restaurante.

No hay mayor homenaje que perpetuar las tradiciones de un pueblo. El restaurante Jou La Borda tenía claro su concepto desde el primer momento: conservar los valores del pasado con una propuesta culinaria autóctona y una decoración modernamente vintage.

Realizado por Francisco Segarra y su equipo, el proyecto nos llevó hasta Syspony, pequeña aldea del Principado de Andorra; y más concretamente a una de las bordas más antiguas de todos los Pirineos.

Desde entonces y con su imagen totalmente renovada, este edificio histórico se ha convertido en un gran referente gastronómico de la región y en el mejor lugar para acercarse a la esencia de toda la zona.

Ya de por sí, el interior proporciona una inmersión total; pero, además, la terraza del restaurante garantiza la máxima conexión con el paisaje circundante. Con vistas impresionantes sobre la montaña, te podemos asegurar que este rinconcito puede ser el lugar más agradable del mundo por un momento…

Un diálogo entre la tradición y la naturaleza.

Por una parte, la montaña impone su belleza; y por otra, el edificio reafirma sus raíces luciendo sus robustos muros de piedra. En este marco tan envolvente, la zona exterior de Jou La Borda nos acoge y hace que la experiencia sea aún más auténtica.

En este rinconcito diseñado a conciencia, el tiempo se detiene. Aperitivos, cafés, sobremesas… Aquí, con el paisaje como mejor telón de fondo, los momentos gastronómicos se vuelven simplemente mágicos.

Para lograr esta sensación, la decoración de la terraza evitó el lujo y se concentró en respetar el concepto inicial. Muebles, materiales, diseños… Los elementos se complementan y la tradición entra en un precioso diálogo con la naturaleza.

Guiños al pasado y toques orgánicos…

Situada justo enfrente de la entrada principal, la terraza se ha diseñado con muebles tanto rústicos como minimalistas para crear una hermosa combinación de colores y texturas.

Los bancos antiguos parecen haber estado aquí siempre. Junto a la puerta de entrada, enseñan los rasgos más vetustos de la madera y nos recuerdan que estamos en uno de los edificios más históricos de la región.

Con reminiscencias del entorno natural, las butacas de ratán aportan luz, frescura y mucha armonía. Para acompañarlas, mesitas auxiliares de estilo cannage y un imponente brasero para disfrutar del exterior tal como se debe.

Entre guiños al pasado y toques orgánicos, el espacio outdoor cobra vida y se presenta como la mejor prolongación del interior del restaurante. Un lugar de pura belleza que activa todos los sentidos y que culmina un espectacular proyecto 100% FS.


Proyecto de restaurante: Jou La Borda. Grupo Pyrénees.
Diseño de exterior: Francisco Segarra.
Mobiliario de exterior: Muebles del catálogo de Francisco Segarra.