El olor a bizcocho, el ruido de los armarios al cerrarse, los azulejos del suelo en el pasillo… La casa de nuestros abuelos conserva un soplo de nuestra vida. Aromas, sonidos y diseños, que nos devuelven a un instante. Recuerdos que se activan cuando la cerámica tradicional invade los espacios de nuestra vida cotidiana.
Aurora es la deidad que simboliza el amanecer y anuncia la llegada del sol. El inicio de un nuevo día inspira una colección que ahonda en la memoria y rescata los motivos y elementos de lo que un día fue refugio, paz y cariño.
Un gres que bien podría ser un hidraúlico. Una serie que nos trae de vuelta la belleza de lo antiguo.